Adiós, sueño de mis noches,
ilusión de mis fantasías,
siempre te recordaré como
lo más bello que me ha pasado.
Me haces falta en mis pensamientos,
en mi diaria vida de evolución,
y en mis momentos más tristes
necesito tu comprensión.
Tus palabras, trinar de pajarillos,
tu aliento, cuave como la rosa,
es lo que me hizo feliz y es lo
que anhelo en mis días de desconsuelo.
No pude evitar esta
decisión
aunque llore así mi
corazón,
pero es preferible llorar antes que
llevar una inesperada desilución.
No comprendimos lo que era el amor
y la costumbre se apoderó de los dos,
más, sin embargo, hoy te digo adiós,
porque no es posible vivir sin amor.