(A mi padre)
Recuerdo cuando era niño, cuando
mi padre aún me tomaba
entre sus brazos para hacerme
dormir;
siempre quiso para
mi lo mejor, por eso desde
niño sus consejos siempre
me daba.
Si en problemas o tristes
me encontraba, siempre era
mi padre el amigo que necesitaba
y en el momento justo su
consuelo y aliento me brindaba
Ahora que ya soy un hombre,
veo a mi padre con su
cabello ya tornado casi blanco
como la nieve, sus pasos
lentos, cansados por el tiempo
pero su impecable sonrisa,
tierna y cariñosa siempre para mi.
Con respeto y gran cariño
te admiro y te quiero,
padre, no solamente por ser
mi padre, sino por ser
mi mejor amigo.