Si mañana me
recuerdas y sientes
nostalgia de mis besos, es
indudablemente que anhelas ser
amada y querida como en tus
días al lado mio.
Si abres y lees aquellas cartas
que escribí con tanto amor para
ti, es porque tal vez nadie hizo todo
lo que yo hice por hacerte feliz.
No te culpo, pero con tu despedida
cambiaste mi cielo azul por
gris y colmaste de tristeza y
soledad mi casa, dejando en ella
una huella honda y oscura.
Quizás en un minuto de tu vida yo
esté clavado aún en tu
pensamiento, te darás cuenta que
tu falsa promesa se hizo
realidad al final del tiempo.
Siempre, aunque tú no lo creas,
estoy cerca de tí, si quieres
encontrarme, búscame en el poema
o en la canción; búscame en el
cielo o en el mar; búscame en tus
ojos o en tu sonrisa,
búscame en tu recuerdo... que yo
presente estaré, aún en tu
misma soledad.